Friday, December 2, 2011

La verdadera amistad

Estaba muy triste. Acababa de vivir un momento difícil. Sin pensarlo dos veces, tome mi teléfono y le marque a mi amiga. En el momento que escuche su voz, se me quebro la voz y en ese mismo segundo me pregunto donde estaba. 5 minutos después, estaba sentada junto a mi, viendome y escuchando cada una de las cosas que le estaba diciendo. Mientras me comía mis rifles (mis papas favoritas) que ella me trajo al llegar, veía como en su cara se reflejaba el que estaba viviendo ese dolor conmigo. Y sin decir ni una sola palabra, hablo todo lo que tenia que hablar.

Así es una verdadera amistad. Puede sonar como algo tan pequeño, algo sin importancia. Pero saben que es lo que lo hace ser algo extraordinario? Yo nunca me entere si ella tenia algo mas que hacer, algo de más importancia que el irme a escuchar llorar por un dolor, y sin embargo me puso en primer lugar. No tuve miedo de ser yo misma, de que me viera tal cual soy, de que me viera hecha un desastre, enseñando toda mi debilidad. No tuve miedo, porque se que siempre esta ahí. Siempre.

Hoy es el cumpleaños de esta amiga especial, con la que he compartido esos grandes momentos, los tristes, los alegres, y que hoy que celebre un nuevo cambio en mi vida, no hubiera nada que me diera más felicidad que celebrarlo con ella. Pero saben...se que las dos lo estamos celebrando, en distancia, pero más unidas que nunca. Es de las personas que más extraño desde mi partida a mi nueva aventura, y es a la persona a la que le debo más de lo que se puede imaginar. Ella sabe que tal vez no se lo diga mucho, pero cuando se lo digo...se lo digo de corazón. Hemos estado lejos 1 año, pero la sigo sintiendo igual de cerca, como siempre lo ha sido. Nada ni nadie nos ha podido separar, porque nuestra amistad es de la verdadera, de la que perdura, y de la que lucha por mantenerse. Creo que son pocas las personas que pueden tener una amistad como esta, en donde aunque una piense que es blanco y la otra negro, aunque te pelees por las cosas más simples y tontas, aunque estemos separadas, nunca vas a dejar de quererla y apreciarla como una hermana. Esta amistad no es de la que se tienen que estar diciendo palabras de afirmación a cada rato para recordarnos cuanto nos apreciamos. Ya lo sabemos, porque lo demostramos con actos, todos los días.

Gracias, Sylvia, por ser mi hermana, por siempre estar ahí. Eres, en verdad, la mejor amiga que uno puede tener. Te deseo lo mejor en tu día, porque te mereces eso y mucho más. Gracias por nunca juzgarme, y por ser como eres. Gracias por siempre motivarme a ser mejor. Por que dicen ahí que los amigos son como los elevadores...o te llevan para arriba, o te llevan para abajo. Tu definitivamente me llevas para arriba.

Gracias amiga, gracias hermana. Feliz cumpleaños. Dios te bendiga.